Centriando ando…

 

Después de posponer tanto un viaje al centro, termine convenciendo a mi novio de que me acompañara. No era pereza ni aburrición, era más bien falta de tiempo, pero al final todo resulto mejor de lo que creía. Se puede observar un contraste desde que se monta al bus en la avenida de las vegas, hasta que entra a las calles del centro de Medellín.

Al principio se observa calles amplias, se puede decir que limpias y no tan contaminado como lo veríamos después.

Al llegar al centro todo es más ruidoso, es un mundo diferente que no vemos día a día por la cotidianidad que tenemos de nuestras vidas, pero en el centro se observa todo tipo de personas, personas que no solo están por ir y “conocer el centro” sino mas bien, personas que están viviendo ahí sin tener otro lugar para despejarse. No solo esta vez, sino cada que voy al centro me impacta como duermes y descansan en las ceras personas que no tienen donde vivir. Muchas veces salimos aturdidos de toda una mañana de estar en el centro, pero qué es lo que pasa en las noches de estas calles con los indigentes?

No es por criticar el centro, al contrario, me gusta ir de vez en cuando a teatro o a cine. Pero sí me impacta ver desde la ventana del bus tantas personas  tiradas viendo pasar sus vidas, sin poder estar en espacios públicos, sin que las personas los esquiven o les produzcan asco.  Es algo que me gustaría suprimir de estas imágenes y que espero algún día ver, menos personas tiradas en las calles del centro.